lunes, 15 de octubre de 2012

TANGO, CHACARERA, ZAMBA = FOLCLORE - TANGO PROSTIBULARIO


por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


TANGO, CHACARERA, ZAMBA = FOLCLORE

Aparte de saber bailar tango, milonga y vals, hay que saber chacarera, gato zamba. Hace algunos años comenzó la moda folclórica total en ciertas milongas porteñas. Volver a las raíces de lo argentino, de lo americano. Una juventud sin raíces culturales es un insípido juguete del Mercado. Un adulto sin raíces; algo más triste todavía.



EL TANGO PROSTIBULARIO NO ES TANGO FOLCLÓRICO

El tango argentino fue, es y será un folclore de la clase trabajadora, algo limpio y sano. A comienzos del siglo 20, el tango que fue a Francia estaba contaminado de prostíbulo; tenía “aliento a prostíbulo” (usando una expresión del gran escritor Ricardo Güiraldes). Los franceses apetecían la cosa prostibularia, no el folclore argentino. De ahí los escándalos suscitados en torno a nuestra danza. 


© CLAUDIO MADAIRES. De su libro Uno y el tango

miércoles, 8 de agosto de 2012

MILONGAS TÍPICAS: LOS VIEJOS CLUBES DE BARRIO

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


Las milongas típicas son los clubes de barrio de la Edad de Oro del tango. Poco importa que hayan sido y sean lugares improvisados. En esos clubes bailaron nuestros padres; a esos clubes fueron nuestras abuelas acompañando a sus hijas adolescentes cuando las milongas de los sábados. Sin los viejos clubes de barrio, el tango argentino sería un producto artificial de exhibición.

De tarde, espacios para deportes y otras actividades; de noche, todo arreglado para la magia del tango.


© CLAUDIO MADAIRES. De su libro Uno y el tango

TANGO DE INMIGRANTES

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


Sin la influencia inmigratoria ítalo-española, ¿hubiese habido tango argentino tal como lo conocemos? En absoluto. Sin la inmigración europea, el tango rioplatense negro hubiera derivado en otro tipo de baile, con énfasis en los instrumentos de percusión; o, tal vez, en una danza folclórica gauchesca simple como la chacarera. Posiblemente el tango “clásico” surgió como reacción a la milonga campera, basada en ella pero con acentuación en la cultura europea inmigratoria.


© CLAUDIO MADAIRES. De su libro Uno y el tango

CABEZA, CORAZÓN, PIES

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com

El tango pasa primero por la cabeza y el corazón; después por los pies de los bailarines. Para danzar tangos como se debe, antes que nada hay que conocer las letras de los tangos, para después interpretarlos adecuadamente. Muchos pretenden hacer del tango argentino un mero ejercicio físico, tanto en la milonga como en el espectáculo. Algunos son buenos deportistas. Mejor sería si se dedicaran al fútbol o a la gimnasia rítmica. Recordemos: cabeza y corazón, primero; luego pies.


© CLAUDIO MADAIRES. De su libro Uno y el tango

lunes, 2 de julio de 2012

LA META DEL MILONGUERO, DIME CÓMO BAILAS

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com



LA META DEL MILONGUERO

Cuanto más aprende, más sencillo es el milonguero en la pista de baile. No importa cuánto sepa ni cuántos años de milonga cargue sobre sus espaldas: la sencillez es la meta última de su arte.



DIME CÓMO BAILAS

Dime cómo bailas tango y te diré quién eres. De cada bailarín y bailarina lo sabemos todo por la forma en qué baila.


© CLAUDIO MADAIRES. De su libro Uno y el tango


jueves, 28 de junio de 2012

EL CUCHILLO ENTRE LOS DIENTES, TANGO AFRICANO

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


EL CUCHILLO ENTRE LOS DIENTES

Los mejores bailarines de tango bailan siempre “con un cuchillo entre los dientes”. Si no noto el cuchillo, hermanos, no veo al tanguero, por “refinau” que se mueva en la pista.


TANGO AFRICANO

Como la Humanidad, el tango proviene del África. “Tango” es palabra africana. “Cosa de negros” en su comienzo anónimo del siglo 19. Los negros argentinos lo bailaban con percusión. Tras a la decisiva inmigración italiana y española, el tango negro argentino evolucionó hacia la forma refinada que conocemos hoy día. Sin la inmigración europea, el tango argentino sería muy otro. El tango argentino clásico de los años 20, 30 y 40 es un soberbio mestizaje cultural entre lo folclórico y la cultura europea de los inmigrantes.



© CLAUDIO MADAIRES. De su libro Uno y el tango



martes, 29 de mayo de 2012

EL TANGO DE BUENOS AIRES ES COMO UNA MUJER

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


Cuando un hombre sensato piensa casarse, por lo general no elige de esposa a una mujer de vida discutible.

Tal vez haya tenido amoríos cuestionables, cosa normal; pero, a la larga, uno acaba seleccionando mujeres confiables para no hacer de su vida un infierno a la medida.

Con el tango argentino de Buenos Aires sucede lo mismo. A uno no lo impresiona tanto el tango genuino como el “tango fantasía for export”. A uno lo deslumbran con mujeres de piernas sensacionales y atrevimiento insuperable en el escenario; nos deslumbran con figuras de circo y contorsiones eróticas de carácter prostibulario…

Un hombre sensato no se enamora del tango “for export”, versión caricaturesca de nuestro tango porteño. Un hombre sensato acaba casándose con el tango real, sobrio y apasionado que escuchamos por las orquestas y cantantes tradicionales.

Bailemos tango con la sencillez y sentimiento de Carlos Gardel en la película “Tango bar”.

O imitamos a Gardel o acabamos como caricaturas saltimbanquis.

Gardel bailaba en el escenario con gran mesura; hay que imitarlo dentro y fuera del escenario.

Si “Gardel” es “tango”; “tango” es “Gardel”.



© CLAUDIO MADAIRES. De su libro Uno y el tango




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